El Domingo 18 de Julio, la Marmolada, reina de la cordillera de las Dolomiti, ha sido escenario de un encuentro especial, dedicado a las montañas, al agua, a la salvaguardia del patrimonio natural y a las poblaciones que luchan por defender a la Madre Tierra, cuales las poblaciones indígenas.
Un encuentro de fiesta y reflexión, un teatro de excepción desde el cual lanzar fuertes acusaciones en contra de políticas ciegas y voracidad económica. Y por recuperar juntos esa sacralidad que todos nosotros percibimos y de la cual quizás tenemos miedo hablar.
Asociaciones de montaña internacionales y nacionales, movimientos en defensa del agua, excursionistas amantes de la montaña, se han reunido para festejar a la Marmolada, símbolo de las montañas del mundo, compartiendo la victoria contra la sociedad del teleférico, condenada el 22 de Abril pasado por los daños causados al glaciar. Pero también por celebrar la entrega oficial a la Casación de 1.400.000 firmas por el Referéndum por el agua publica.
Pero sobretodo por reflexionar juntos a quien la voz de la Madre Tierra sigue escuchandola, y más bien la toma como guía para construir nuevas políticas, nuevos lenguajes, nuevas formas de equilibrio entre hombres y ecosistema.
Invitados de excepción eran los representantes del pueblo colombiano U’wa: Berito Kuwaria y Daris Cristancho, jefe espiritual y representante de las mujeres, que nos han traído la voz más profunda de nuestro planeta “demasiado herido, demasiado afligido, demasiado sobre explotado por parte de quien piensa de poder convertir en mercancía cualquier cosa”.
Invitados por la Asociación italiana Yaku, que comparte con ellos un proceso de salvaguardia de las poblaciones indígenas colombianas y que en Trentino organiza el evento “De los Andes a los Alpes: gente de montaña en defensa del agua”, son parte de una delegación que juntos a Danilo Urrea, representante de las organizaciones colombianas CENSAT Agua Viva y Justicia y Paz, y exponente de la Red Vida, están visitando diferentes lugares de Italia por denunciar la situación de peligro en la cual se encuentra el pueblo U’wa, en la Colombia del nuevo presidente Santos que siguiendo la linea de su predecesor Uribe, implementa políticas de extracción agresivas a menoscabo de los campesinos y de los indígenas.
Con el ritual cantado por Berito, depositario de la cultura oral de los U’wa, se han trazado “las lineas de conexión entre los glaciares del mundo, el Mundo Blano, en donde reside la parte espiritual mas fuerte de la Tierra, lo cuales son sagrados”.
Los U’wa están luchando por defender su glacial, el glacial andino del Cocuy, de los mega proyectos turístico de construcción de teleféricos y de depredación de las materias primarias del subsuelo.
El pueblo U’wa es el apoteosis de una tragedia que interesa a todos. Nuestra dependencia del petróleo ha activado una lógica de destrucción que abruma el medio ambiente y de ende las poblaciones que viven y dependen de el.
Una lógica que ahora sigue con la explotación de los recursos hídricos y que está relacionado con la depredación de las montañas y de su equilibrio.
Pero el pueblo U’wa vive y nos recuerda hacia donde ir...
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